Nintendo DSI™

      Hooooooooooola Vaqueras, espero que vuestros “rodeos” ;) de año nuevo estén siendo de lo mejor y no esperéis
cabalgar demasiado a 2021, que suficiente peso lleva encima. En fin, el día de hoy junto a su compañeríiiiisima
La Virgen Violeta, Vuestra Patrona Máxima os va a introducir en el mundo de la DSI.

    Empezamos con momento enciclopedia, que no encíclica ;) . La Doctrina Social de la Iglesia, más conocida como
DSI, es una serie de recomendaciones que pretenden conseguir mejorar la sociedad, batallando contra las injusticias.
De esta manera, las personas viven dignamente. Aunque se fundamenta en la vida de Jesús y, obviamente, refleja la
mentalidad cristiana, es de carácter universal, puesto que son consejillos que todo el mundo, independientemente a
su religión, puede seguir. Básicamente, promueve la ACCIÓN contra las injusticias. Se preocupa por velar por la
dignidad humana, el bien común, el destino universal de los bienes, la participación social, desde la justicia y la
solidaridad. Vamos, hacer un mundo super chachi guay.

    Bueno, mujeres de mundo, ahora que ya sabéis lo que es y en qué se basa este sistema, vamos a comentar qué
pensamos al respecto. Inicialmente, al escuchar por primera vez Doctrina Social de la Iglesia dije: “Buah, ya me
quieren comer la cabeza” (miniconsejillo de hoy →  primero se escucha y después se opina chicas). Como iba
diciendo; después de unas cuantas clases en las que estuvimos estudiando los valores en los que se fundamenta
esta ideología y los métodos en los que se basa, me di cuenta de que no era tan agresiva como su nombre parecía
indicar. 

    Con este tema también surge el tema de las encíclicas y la implicación papal dentro de la sociedad. Las encíclicas
son documentos redactados por el Papa que van dirigidos a todos los creyentes y que tratan algún problema
relevante en la actualidad. Las dos últimas que se han publicado, por ejemplo, tratan sobre la crisis
medioambiental (Laudato Sí // Alabado seas) y la inmigración (Fratelli Tutti // Todos hermanos). Cuando una
piensa en el Papa, normalmente se le viene a la cabeza un señor mayorcete, con una túnica rara y un sombrero
extravagante. Un señor que, desde su bonito escritorio en el Vaticano o desde ese icónico balcón de la Plaza de
San Pedro, le dice lo que hacer a los fanáticos creyentes. Sin embargo, con cosas como las encíclicas y la
importantísima acción social de la Iglesia en estos tiempos que corren, demuestran que esta sonada institución
puede que no sea tan mala como pelis como Código Da Vinci nos quieren demostrar. Piénsenlo mujeres.  

    Tal vez, la sociedad debería replantearse sus valores y objetivos, puesto que en la actualidad, puede que la
solidaridad y el bien común no sean los principios básicos por los que se rigen las personas. Puede incluso que los
cimientos de sus acciones se basen en la individualidad y la competitividad por encima de todo. 
Al final, lo que la DSI (más allá del trasfondo religioso) quiere infundir en nuestra sociedad es un sentimiento de
preocupación por aquello que no es nuestro de igual manera que por aquello que sí lo es. Lo cual nos hace
bastante falta. PD: si no lo ves, mira a tu alrededor y verás suficiente.

    Pues nada chavalas, a reflexionar.







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